El cambio climático: una cuestión de género


¿El cambio climático afecta a hombres y mujeres por igual?
Algunos medios de comunicación han publicado a lo largo de este año noticias que relacionan estos conceptos, que si bien para una mayoría de personas pueden resultar temáticas totalmente distintas, tienen una conexión más profunda cuando nos ponemos las gafas violetas y empezamos a realizar un análisis que aborde las diferencias de este fenómeno. Esta relación ha sido abordada por Planeta Futuro, la sección especializada en desarrollo sostenible y la desigualdad global de el diario El País: Enlace noticia.

Creo que la mayoría de personas -excepto los negacionistas extremistas, que seguramente coincidan con quienes son negacionistas también de las desigualdades de género- son conscientes sobre la afectación del cambio climático a nuestras vidas, pero pocas veces reflexionamos sobre la incidencia del cambio climático en dos aristas importantes de la ecuación. Podemos hacernos muchas preguntas reflexionando sobre la relación de estos temas: ¿El género influye en quién contamina más? ¿Los efectos se sufren por igual?

Porque en esta reflexión debemos empezar por el principio: el género masculino contamina más, como refleja este medio especializado. Por todas, creo necesario poner en valor la siguiente cita del artículo:
"La renta de las personas determina en gran medida su nivel de consumo. La brecha de ingresos resulta entonces clave para entender por qué la huella de un hombre es superior a la de una mujer."

Por todo ello, creo que es necesario poner en valor que el cambio climático está relacionado también con la distribución de recursos materiales y sociales que se producen en la sociedad (de manera global, pero también local). De este manera, el propio Banco Mundial señala que la riqueza mundial se ve condicionada por la brecha de género ya que "debido a que las mujeres ganan menos que los hombres, la riqueza en capital humano a nivel mundial es aproximadamente un 20 % más baja de lo que podría ser”. Por lo anterior, si la participación en las actividades que propician el cambio climático está asociada entre otros al patrón de consumo, el consumo ligado a la renta disponible, y la renta disponible está condicionada por el género, podemos concluir fácilmente que la participación por género está muy presente en quiénes contaminan, incluso en países vinculados a las mayores tasas de igualdad.

Pero también creo importante que analicemos con más detalle la segunda pregunta que nos hacíamos en este diario de conocimiento: ¿Las consecuencias del cambio climático son iguales según el género? Todo apunta a que también las consecuencias del cambio climático afectan más a las mujeres que a los hombres.

Tal y como refleja este artículo de La Vanguardia, ofreciendo datos de Naciones Unidas, las mujeres sufren más problemas económicos y de salud debido al calentamiento global. Por citar algunos ejemplos que considero significativos para ilustrar esta cuestión: si el calentamiento global provoca muertes en la población, hay estudios que demuestran que hay mayores pérdidas humanas en mujeres:

"Según un informe del PNUD de 2019, en fenómenos climáticos extremos ocurridos en los últimos 20 años, la proporción de fallecimientos entre mujeres fue superior al 60%."

Otro hecho significativo también se produce en el ámbito laboral. En este sentido, los cambios en el clima tienen un mayor impacto entre mujeres, ya que es un sector muy feminizado especialmente en áreas muy concretas:

"Las mujeres que se dedican a la agricultura, especialmente en áreas rurales e indígenas, generan entre el 45% y el 80% de los alimentos en los países en desarrollo."

Tampoco hay una presencia equilibrada de géneros en los foros internacionales (y, probablemente, nacionales y regionales). Por poner un ejemplo, en la COP28 solo 15 de los 133 líderes que llegaron a Dubái eran mujeres.

Como conclusión, podemos afirmar sin ningún género de duda que, aunque normalmente no se asocien estas dos problemáticas (cambio climático y desigualdades de género) son dos caras de la misma moneda. En este sentido, y como respuesta global a todas estas situaciones, no podemos olvidar que existe una corriente denominada ecofeminismo, que busca aunar ambas ópticas a través de la lucha por un mundo sostenible y respetuoso con el medioambiente sin dejar atrás los derechos conquistados por las mujeres.

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